23 de enero de 2012

LA GESTIÓN DIDÁCTICA DE LA CLASE O LA PRAXIS DOCENTE


Uno de los propósitos de cualquier profesional es ser cada vez más competente en su oficio. Esta mejora se consigue por medio del conocimiento y de la experiencia: conocimiento de las variables que intervienen en la práctica y, experiencia para dominarlas. Probablemente la mejora de nuestra actividad profesional pasa por analizar lo que hacemos en nuestra práctica (praxis docente). También por disponer de conocimientos que nos permitan actuar con certeza.
La actividad vivenciada por los docentes con sus alumnos/as, encaminada a la formación de éstos, es lo que se conoce como praxis docente; ésta puede ser espontánea y/o pedagógica. La primera, se da bajo la forma de praxis artesanal mecanicista (perpetuando modelos vivenciados); y la segunda se hace validando una teoría pedagógica. La gestión de la clase que yo planteo se sitúa en esta segunda vía.
Los docentes, independientemente del nivel educativo en el que trabajemos, somos profesionales que tenemos que diagnosticar el contexto dónde laboramos, tomar decisiones, actuar y evaluar la pertinencia de las actuaciones, para reconducirlas en el sentido conveniente. Esto es, básicamente, lo que se entiende por competencias didácticas del profesor/a y que yo quiero definir dentro de lo que denomino “gestión de la clase”.